El federal, que desempeña su labor en el ferrocarril Mitre, estacionó su vehículo Volkswagen Bora gris para concurrir a la sesión de su psicóloga y en esas circunstancias fue abordado por los delincuentes en una moto roja y armados que lo amenazaron con fines de robo
Ante esta situación, el efectivo se identificó como tal, por lo que uno de los asaltantes le disparó. Por suerte, la bala no le hirió. Y como era de esperarse, el policía se defendió de estás lacras repeliendo la agresión con su arma reglamentaria, originándose un enfrentamiento que terminó cuando uno de los delincuentes que viajaba como acompañante, identificado como Cristian Acuña, recibió un balazo en el pecho. El rastrero, de 25 años, resultó gravemente herido y eso no le impidió escapar con su cómplice en la moto. Pero al llegar a la avenida Felipe Amoedo entre Condarco y Necochea, Acuña se desplomó y cayó muerto. Ante esto, su compinche giró en U, agarró el arma del difunto (con la que se tiroteó con el policía) y escapó. Es intensamente buscado por las autoridades.
A su vez, los investigadores determinaron por un llamado al 911 que momentos antes de cometer este intento de robo, los mismos delincuentes habían asaltado, también sin concretar el robo, al ex de una oficial de la Policía Local de Quilmes a unas diez cuadras de distancia, en Irala y Lisandro de la Torre.
En el lugar trabajaron efectivos del Comando y de la Comisaría 3°, además de Policía Científica que realizó peritajes y retiró el cuerpo del hampón cerca de las 18.30 horas. También se hicieron presentes efectivos de la Policía Federal. En la causa interviene el personal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 quilmeña, a cargo de la fiscal Karina Gallo, quien por el momento no adoptó ningún temperamento hacia el policía justiciero.
En síntesis, los motochorros eligieron mal a sus víctimas y se toparon con uno que tuvo huevos para actuar como debe ser, dejando a uno de esos con su DNI anulado. Así, este malhechor va a pasar la cuarentena y el feriado comiendo locro junto a Satanás.