Por cuestiones de seguridad, protegeremos su identidad y la de sus chicos. Todo comenzó hace cuando la denunciante vivía con sus hijos en una casa alquilada a una señora identificada como Vanesa S., y al no poder pagar el alquiler, ella le ofreció vender droga a la gente del barrio, principalmente cocaína. Ella no recibía nada a cambio (salvo un techo sin pagar nada) mientras su 'patrona' recaudaba aproximadamente $100 mil diarios. Su madre se quiso alejar de ese mundo, y S. le ofreció una casa, pero resulta que los papeles de escritura eran falsos. De allí que la señora comenzó a recibir amenazas e intimidaciones, yéndose a vivir a La Plata para tener tranquilidad. Hace más de un mes la joven decidió dejar de vender, y Vanesa como su pareja, Leo, aceptaron su decisión a cambio de no decir nada. 'Si soplás la bolsa te mando a meter un tiro en la cabeza', le dijeron a ella. Pero ese pacto de silencio fue incumplido por la acusada, ya que publicaron en las redes un video contra la actual pareja de la víctima, acusándolo de vender droga. Él niega hacerlo, ya que se gana la vida vendiendo comida en la costanera local. Él fue quien hizo todo lo posible para que ella dejara de ser una 'soldadito' de S.
Pero lo peor llega acá, cuando hace un mes personal de la secretaría de niñez municipal se acerca a su anterior domicilio y le saca sus tres hijos (de 10, 8 y 5 años) de ella, a través de supuestas denuncias de venta de drogas y de mal clima de convivencia en el entorno familiar. El procedimiento fue sin denuncia policial alguna ni ninguna orden judicial vigente. Todo eso fue después de que ella se alejara del mundo del narcomenudeo. Al llegar a las oficinas de la cartera comunal para pedir explicaciones, ella fue ninguneada y menospreciada por el personal. Sin avisarle, los menores fueron enviados a un internado en El Pato, Berazategui. Cuando uno de los nenes cumplió años, no le permitieron a la madre saludarlo. Ella pidió verlos, pero desde niñez dijeron que 'no la querían ver'. Todo eso fue sin ningún contacto que tuvo ella con sus hijos después de que la privaron de verlos. Sin embargo, en el expediente que detalla el por qué de esta 'medida de abrigo', cuenta que una de las criaturas no paraba de pedir por su mamá y querer verla.
Y así fue como el camino de esta joven madre se hizo más duro. Además de recibir una amenaza de prisión en caso de que ella se acerque al hogar donde se encuentran sus hijos, el pasado fin de semana ella y su pareja fueron abordados por un grupo de personas encapuchadas, armadas y en moto que le robaron su celular, mientras lo reventaban a culatazos en la cabeza a su pareja. Antes de escapar, le dijeron 'fuiste entregada' a la mujer. Ella sabe que el ataque fue organizado por Vanesa, ya que el celular de la víctima contenía todas las pruebas fotográficas y fílmicas en su contra, que van desde capturas de pantalla de algunos chats, intimidaciones y amenazas. Pero aún así, ella sigue adelante en su lucha para poder recuperar a sus hijos. Ella vive con el dinero del programa 'Acompañar', destinado a las mujeres vulnerables, y con esa plata, con la ayuda de su pareja, van a montar un kiosco para vender alimentos y bebidas al vecindario. Ya cuentan con algunos elementos indispensables para dar el puntapié inicial a este emprendimiento. Lo que se busca es demostrar a la justicia que ella dejó ese mundo turbulento, y que es una ciudadana de bien más, con proyectos concretos y lícitos para poder salir adelante.