EZPELETA: HABITANTES DE BARRIO CERRADO DENUNCIAN QUE AGUA DEL ARROYO GIMENEZ EROSIONA TERRENO LINDERO

Desde hace varios meses, y más en este último tiempo, vecinos de dos edificios del barrio cerrado Lomas de Quilmes, en Ezpeleta, están muy preocupados porque el terreno que linda con el arroyo Giménez está siendo erosionado. La zona en cuestión se trata del lugar donde se encuentran cocheras externas, quinchos (generalmente utilizado para reuniones y eventos) y piletas que pertenecen a las torres 8 y 9. El barrio, ubicado en Esquel 1399 (a tres cuadras de la avenida Mitre), fue construido sobre napas (para ser habitado por el personal policial) por el Instituto de la Vivienda bonaerense hace más de 25 años. Por este motivo es que los vecinos reclaman, además de al Municipio, al Gobierno provincial una solución eficaz a la problemática de erosión de los cimientos de las torres. El mencionado arroyo viene de Berazategui entubado hasta cruzar la avenida Mitre, pero está al aire libre desde el predio de donde antes había una popular cancha de fútbol (hoy el terreno pertenece al Club Unión) hasta el Río de la Plata. De ahí el agua hace su paso junto al complejo habitacional. Por ello, advierten que el paso continuo del agua pudo socavar los cimientos de las torres que lindan con el mismo. Cuando el barrio comenzó a poblarse, a finales de los 90 y a inicios de la década del 2000, había más tierra en esa zona lindera, que divide al predio del arroyo con un alambrado. Pero con el correr de los tiempos, y las lluvias que hubo en esos años, el agua comenzó a carcomer esa zona, a tal punto de llegar a derribar las vigas de cemento que sostenían los alambrados. Se invirtieron miles de pesos en nuevas vigas para reemplazar las caídas y contener ese cercado. Uno de los vecinos consultó a un ingeniero, quien recomendó hacer un muro de contención para fijar esa tierra y así no haya más desmoronamientos ni movimientos de tierra. Sin embargo, se reclamó varias veces al municipio que se entube el arroyo, pero, de manera insólita, les dijeron que estaba entubado. En sí lo está, pero no el sector en cuestión. Además, el especialista dio como recomendación para la torre 9 (la más afectada) un estudio de estructura, ante un posible movimiento de tierras, dado que algunos departamentos tendrían paredes rajadas y suelen desarmarse los placares de las habitaciones. Ante esto, la delegada de la torre, Graciela, comentó que hace años se hizo un estudio así dado que los departamentos del primer piso contaban con ese inconveniente, y resultó que era un movimiento de tierra que hacía girar a la torre. Sobre la problemática actual expresó su preocupación, dado que la erosión afecta precisamente a las cocheras externas y a la pileta del edificio, y la misma erosión hizo que cinco vigas quedaran colgando a la vera del arroyo. Ella, como tantos vecinos, reclaman urgentemente que se entube ese arroyo, no sólo por este grave inconveniente, sino además por los olores que emana en días calurosos, que impide que los vecinos habitantes de departamentos linderos al mismo puedan estar con las ventanas abiertas en ciertos momentos del día.