El episodio ocurrió cerca de la hora 9 en la esquina de Mitre y Castelli, cuando un matrimonio llegó en un auto Citroen C4 a una granja ubicada en esa intersección. Mientras la mujer ingresó al local para realizar compras, su esposo aguardaba dentro del vehículo.
En ese momento, el rastrero armado con dos pistolas y con el rostro cubierto se acercó con la intención de robar el auto. Justo cuando se desarrollaba el asalto, un agente policial que salía de la Jefatura Departamental Quilmes —ubicada en Paso 280— dobló con su moto por Mitre y advirtió la situación.
El efectivo intervino de inmediato y dio la voz de alto, tras lo cual se produjo un intercambio de disparos en plena vía pública. El ladrón fue alcanzado por las balas y terminó en los brazos de Satanás, mientras que el policía resultó ileso.
El hijo del matrimonio relató en declaraciones periodísticas que su madre estaba comprando milanesas y el padre la esperaba afuera. "Ahí se acercó el encapuchado con dos armas. Justo dobló un policía que venía de la ex brigada, lo vio y se tirotearon ahí".
La zona fue rápidamente acordonada. En el lugar trabajaron peritos de Policía Científica, personal del SAME y efectivos policiales, para llevar adelante las tareas de rigor y esclarecer la secuencia exacta del tiroteo.
La causa quedó en manos de la UFI N°6, a cargo de la fiscal Mariana Curra Zamaniego, que ordenó las pericias correspondientes y el secuestro de las armas utilizadas.