En la tarde del jueves el centro de Ranelagh fue testigo de la muerte de uno de los personajes más queridos de la zona de la estación: Estamos hablando de Francisco Athey, más conocido como 'Fran', que alrededor de las 11.30 dejó de existir luego de descomponerse mientras andaba por la zona de 362 y la avenida Albert Sabin (o Este). Su cuerpo estuvo en la vereda siete horas reloj, hasta la llegada del móvil de PolicÃa CientÃfica que lo retiró del lugar.
Athey, de 63 años, era muy conocido y querido en la zona: vagabundeaba por decisión propia, charlaba con los transeúntes, vecinos y comerciantes, era amigo de todos y dormÃa en la capilla del barrio 'La Prosperidad'. Esa mañana pasó primero por la casa de los hijos del recordado periodista Julio Ortega, fundador del periódico 'La Misión de Ranelagh' (MatÃas, Jesús y David). Charló un rato con ellos, tomó unos mates y se conectó a internet. Después siguió su gira por las calles cercanas a la estación ferroviaria, compró una gaseosa, y al llegar a Sabin y 362 se sentó para descansar. Más precisamente, en la vereda de un local de venta de bebidas alcohólicas. Nadie imaginó que ese descanso iba a ser eterno. Comenzó a sentirse mal, se descompuso, y se desvaneció perdiendo la vida.
Un comerciante de la zona dio aviso a la PolicÃa, que se acercó hasta el lugar y constató que el hombre se hallaba sin vida. La ambulancia del SAME llegó una hora después del suceso. Sin embargo, la PolicÃa CientÃfica, encargada de retirar los cuerpos en estas situaciones demoró más de 6 horas en arribar al lugar, generando el repudio de familiares de su gente más cercana que esperaban junto al cadáver. Pero alrededor de las 15 horas arribaron al lugar peritos del mencionado cuerpo policial. Allà constataron que el deceso se produjo por causas naturales. 'Fran' habrÃa sufrido un paro cardÃaco, y ya venÃa arrastrando problemas de salud en la zona del riñón, y tenÃa colocada una zonda. En esa charla con los Ortega, contó que fue al médico en los últimos dÃas, y que su salud no andaba muy bien.
Mientras la familia cuidaba los restos de Athey junto con dos efectivos policiales, a metros del lugar un grupito de familiares y amigos se juntó en la mesa de un kiosquito para realizar una 'despedida' a la manera de 'Fran': Tomaron cerveza brindando siempre por él, y lo recordaron con anécdotas e historias memorables de su vida. Esto fue asà dado que, por la pandemia del COVID-19, aún no están habilitadas las casas velatorias para poder realizar los sepelios.
Finalmente, a las 18.30, la PolicÃa CientÃfica retiró el cuerpo y lo trasladó a la Morgue Judicial para practicarle la correspondiente autopsia. Los presentes le dedicaron un fuerte aplauso de despedida, y no faltaron los reproches por la demora de la morguera.
Con la partida de Fran, se va con el una parte de la historia de esta localidad berazateguense. Sin embargo, debemos reconocer que él murió en su lugar en el mundo: Ranelagh.