Todo comenzó cuando el dúo forzó la puerta de la persiana del local ubicado en la mencionada avenida entre 890 y 891. Allí se llevaron lo que encontraban, como alimento balanceado de perros y gatos, además de cuchas y camas para mascotas.
Hicieron varios viajes pero, cuando andaban por la 891 entre 824 y 825, a pocas cuadras de la forrajería, fueron interceptados por la policía. En ese momento cargaban varias bolsas con alimento canino. Fueron reducidos en el lugar y contactaron a Ezequiel, su dueño, para contarle lo sucedido. Pudo recuperar parte de la mercadería que fue robada.
Los maleantes, de 29 y 24 años de edad, terminaron en la comisaría 4°.