En la madrugada de ayer, la Escuela N°49 de Ezpeleta, ubicada en Río Desaguadero entre Río Gallegos y Santiago del Estero, sufrió un nuevo acto de robo y vandalismo.
No es la primera vez que la comunidad educativa atraviesa por esta situación, durante el año malvivientes ingresaron en cuatro ocasiones (sumando a esta), se llevaron elementos del colegio y destrozaron todo. La institución no cuenta ni con cámaras de seguridad ni alarmas.
Docentes, directivos, padres y alumnos están cansados de estos episodios y exigen al Consejo Escolar que actúe. Pero el organismo asegura no tener fondos para atender las demandas de la institución.
Según los vecinos, alrededor de las 2 de la mañana, ingresaron varios sujetos por el techo de la cocina de la escuela trepandose para luego palanquear las chapas del tejado. Rompieron el cielo raso de un salón de clases y del comedor. Se llevaron 34 netbooks, que 8 fueron encontradas por los alumnos en la esquina del colegio. Además revolvieron papeles, y documentación de la biblioteca y de las oficinas de los directivos. Llegaron a ensuciar los pisos manchando con aceite, huevos y aderezos.
Una de las madres, en diálogo con el programa 'El Radar', que es conducido por Vivían Gutiérrez y se emite en los mediodías de la FM RLP 88.3 de Berazategui, comento que a partir de junio comenzaron con estos hechos. “Ya robaron un proyector, un DVD y un televisor. En las vacaciones de invierno, los profesores y maestros decidieron llevarse los elementos de valor a sus casas para que en caso de que los malvivientes ingresaran no se pudieran robar más nada.
El techo de la cocina que ya está muy deteriorado. Desde el Consejo Escolar, no se quieren hacer cargo de los arreglos porque no les da el presupuesto. En otras ocasiones se acercaron a repararlo colocando una chapa con dos clavos que no sirve porque a los dos días la sacan y vuelven a robar", detalló.
Respecto al modus operandi de los maleantes indicó "Normalmente siempre hacen lo mismo, esta vez por ejemplo tiraron huevos a la pared, rompieron la ventana de la preceptoría y hasta hicieron sus necesidades en el piso. No sabemos si es por maldad o porque quieren que cierre la escuela”.
“El barrio nunca fue peligroso, recién hace un mes se puso más bravo. No sabemos quienes son, por lo que vieron los vecinos eran menores que seguramente se habrán ensañado con la escuela. Lo que pasa es que cada vez hay menos cantidad de chicos que van a estudiar ahí. Este año no hay primaria por la mañana solo en el turno tarde. Además hay muchos alumnos que van al comedor porque en sus casas no tienen para alimentarse. Y cada vez que sufrimos estos episodios, la escuela cierra por lo tanto se quedan sin clases y sin comer”, aclaró.
“Queremos que vengan arreglar el techo como corresponde y que sostengan las chapas con algo más de seguridad para que no sigan ingresando. Al parecer el martes desde el Consejo Escolar van a ir al colegio para ver qué pueden hacer, pero nada nos garantiza que durante la semana regresen a robar de nuevo”, concluyó.
Desde el 11 de julio tuvieron al menos cuatro robos en el establecimiento educativo, pero los hechos de inseguridad afectan también a instituciones de la zona como la iglesia, el merendero, y hasta intentaron entrar en un geriátrico. “Creemos que lo que pasa se debe al problema de adicciones que hay en el barrio. En el afán de conseguir dinero salen a robar a quien sea, tanto en establecimientos como a transeúntes”, indicaron otros padres al diario Perspectiva Sur.
“Hicimos reuniones con gente del área de Seguridad, logramos que viniera un móvil de Patrulla Urbana y la Comisaría Sexta aumentó supuestamente los patrullajes en la zona, pero nosotros les reclamamos que hagan trabajo de inteligencia para dar con los ladrones, ya que hasta el momento no tuvimos ningún detenido”, aseguraron. Además continúan reclamando al Consejo Escolar el arreglo de los techos, de la cerradura y la instalación de una alarma, así como también cámaras de seguridad al Municipio.
Esta escuela, fundada a comienzos de la década del 80, hoy cuenta con 450 chicos matriculados entre Jardín, Primario y Secundario. “En el ultimo robo se llevaron 32 computadoras, nos sacaron los equipos de audio que teníamos para la banda de rock y de folclore, rompieron impresoras, vidrios y techos. Nos cuesta comprender el motivo. Trabajamos muchísimo para que los chicos vuelvan a estar dentro de la escuela, pero el vandalismo hace que se alejen”, lamentaron padres y directivos.
