#JusticiaPorLucas RESUMEN DEL CRIMEN QUE CONMOCIONÓ A TODO QUILMES Y AL PAIS

EL INQUISIDOR ONLINE
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[INFORME ESPECIAL CON IMAGENES PROPIAS] Sin lugar a dudas, el brutal asesinato de Lucas Cancino, el chico de 17 años oriundo del barrio Naval de Quilmes, generó indignación y preocupación en todo el país por la forma y el contexto en el que se ejecutó. Iba al colegio en bicicleta cuando un par de maleantes lo intentan asaltar, se resiste y lo apuñalaron mortalmente en el corazón. El chico caminó hasta la casa de sus abuelos para pedir ayuda pero se desplomó en la puerta y dejó de existir. Por el asesinato del adolescente se detuvo a tres sujetos, conocidos en el barrio por su prontuario, pero uno fue liberado. La noticia del homicidio despertó la bronca y el dolor del barrio y la expresó en las calles pidiendo seguridad y justicia por este chico. Aquí les va un racconto de lo sucedido hasta nuestros días.

EL CRIMEN

Lucas Iván Cancino, alumno del último año del secundario, iba a bordo de su bicicleta al colegio Papa Eugenio Pacelli, ubicado a más de diez cuadras de su casa para estudiar. Eran las 7.50 de la mañana del mipercoles. Al llegar a la esquina de Ascasubi y Goleta Río de la Plata, apareció un ladrón que quiso sustraerle sus pertenencias con amenazas. La primera reacción del chico fue oponerse y fue ahí cuando fue herido de muerte con un cuchillazo en el tórax. Al estar a pocos metros de su casa, en Combate Naval y Ascasubi, Lucas alcanzó a cruzar la reja de la entrada para pedir ayuda pero no alcanzó y se desplomó al piso. Pocos minutos después llegó una ambulancia del SAME, que constató que el menor ya estaba muerto. Al saber de la noticia, la familia quedó destrozada y empezó a romper en llanto, a tal punto que su madre se desmayó al ver a su hijo muerto. El ladrón devenido en asesino corrió hasta la zona del barrio Mozart descartando la cuchilla con la que le dio muerte. 

La fiscal Karina Gallo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°4 de Quilmes, quedó al frente de la instrucción. A mediados de esa mañana, se hizo presente en el lugar del hecho junto a efectivos de la Comisaría 1º de Quilmes, quienes fueron los primeros en llegar a la escena del crimen. Policía Científica retiró el cuerpo del chico minutos antes de las 10 de la mañana. El hecho fue calificado como homicidio en ocasión de robo. 




LAS DETENCIONES Y LA PALABRA DE BERNI

Tras el hecho, la policía comenzó una búsqueda intensa de las personas que participaron de este homicidio. Poco después del mediodía, fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense confirmaban que un joven fue detenido por el hecho tras varios allanamientos de urgencia ordenados por la fiscal Gallo, y alojado en la Comisaría 1° de Quilmes. Luego, al comienzo de la tarde se sumaron otros dos jóvenes capturados, todos ellos mayores de edad. Pero sólo dos fueron acusados por la fiscal. 

Los sujetos fueron identificados como Agustín Rodrigo Rivas, alias “Chancho” de 19 años, quien está señalado como el autor material del crimen y tendría antecedentes por robo, y Nazareno Juan Cruz Mejía alias “Convulsión”, de 20. Ambos fueron arrestados en la calle. “Chancho” terminó detenido cuando los agentes policiales se dirigieron a su domicilio, cerca del lugar de asesinato, por el barrio Mariano Moreno, y lo capturaron en el momento en que salía del lugar junto a otro joven, que no fue imputado “porque no tiene nada que ver con el hecho”, explicaron las fuentes consultadas. Tras su arresto, los investigadores allanaron su vivienda y hallaron la cuchilla mortal en el cruce de Mozart y Lugones, a 300 metros de donde mataron a Lucas. Tenía las manchas de sangre de la víctima. Por su parte, “Convulsión” estaba escondido en los alrededores de su domicilio cuando fue detenido, oculto en la misma manzana sobre un bañado, dentro de mangrullo. Los dos detenidos quedaron a disposición de la fiscal Gallo.

La noticia del crimen llegó a los oídos del ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni. Él se comunicó con la intendenta Mayra Mendoza para expresarle su preocupación y ambos se pusieron en contacto con la familia Cancino. En horas del mediodía él se apersonó en la Comisaría 1° para conocer las novedades del caso y los antecedentes de los detenidos. Alrededor de las 14 Berni habló con la prensa y confirmó que los apresados son los asesinos, y narró curiosos detalles de los mismos: “Nada nuevo, siempre lo mismo. Personas con antecedentes que ya estuvieron presos. Uno de ellos por el delito de robar una bicicleta. Vi los libros de guardias de detenidos y vi que uno de ellos entró detenido el 24 de julio, a las 20.12, por robo calificado por uso de arma. ¿Saben cuándo salió en libertad? En menos de cuatro días”. Y agregó: “Me parece que más allá de la responsabilidad y los déficit que tenemos en la Policía, alguien tiene que discutir en Argentina cómo una persona fue presa y detenida por robo y en cuatro días salió en libertad. Todos sabemos que empiezan robando algo menor, un celular, una bicicleta y a veces terminamos con una muerte desgraciada, totalmente injustificada”, haciendo una crítica al sistema judicial. 

Al día siguiente los dos imputados comparecieron ante la fiscal de la causa, pero se negaron a declarar. Según fuentes internas, estaban conmocionados y uno llegó a ponerse a llorar. Los señaló como coautores del crimen. Enfrentarían una pena de 25 de años de cárcel. 

LOS ANTECEDENTES DE LOS VERDUGOS

Las palabras del ministro Berni afirmaron la realidad de que los malvivientes entran por una puerta y salen por otra, sin importar el daño que causaron. Se pudo acceder a los antecedentes de los dos detenidos por el crimen de Lucas Cancino. Ambos cometieron varios robos pero duraron poco tiempo tras las rejas.

El caso más llamativo es el de “Convulsión”, que el 24 de julio del 2020 a las 7.55, junto a un cómplice interceptaron a un hombre que salía de su casa en la calle Alfonsina Storni, también en Quilmes. Lo apuntaron con un arma de fuego y lo amenazaron con matarlo hasta que finalmente le robaron su moto Yamaha 125 XTZ con la que la víctima intentaba salir a trabajar. Luego del hecho, los dos delincuentes huyeron y en el cruce de Juan Cruz Varela y Brown chocaron contra un auto. Mejía terminó con una fractura en un pie y lesiones en varias partes del cuerpo. Tenía, además, la cara ensangrentada. Sin embargo, cuando la Policía Bonaerense llegó al lugar del choque, huyó como pudo. Luego, comenzó una persecución a pie que terminó con el delincuente ingresando a la casa de un vecino para esconderse. Intentó ocultarse en el fondo de esa vivienda hasta que fue apresado. Su cómplice corrió la misma suerte. Luego se probaría que el arma no funcionaba. Pero esa situación no duró mucho tiempo. Cinco días después, por orden del titular del Juzgado de Garantías N° 2, Martín Nolfi, Mejía fue liberado. “El juez actuó según lo que dictan las leyes en estos casos. La ley dice que ante este tipo de delitos, el acusado puede esperar el juicio en libertad. La sociedad deberá en todo caso pedir al Congreso que se cambien las leyes pero mientras tanto tenemos esta. Si el juez lo hubiese dejado detenido, la Cámara lo hubiese liberado”, cuentan fuentes judiciales. Lo cierto es que un año y dos meses después del hecho, la defensa de "Convulsión" llegó a un acuerdo con la fiscal de juicio María de los Ángeles Attarián Mena para realizar un juicio abreviado a tres años en suspenso. Eso significa que sería condenado, pero no iría a la cárcel.

Mientras que “Chancho”, señalado como el autor material del crimen, aparece en los registros con dos delitos, ambos de este año. El primero data del 8 marzo de 2021 y sobre él pesa la acusación de averiguación de ilícito. Unos meses más tarde, el 26 de mayo, tiene una causa calificada como robo simple, que lleva la misma fiscal que hoy lo acusa por el crimen Lucas. Esa causa es por un robo a una bicicleta, el mismo delito por el que presuntamente dio muerte a Cancino. Por ese hecho aún se espera una condena.

EL RECLAMO DE JUSTICIA Y LAS REPERCUSIONES

El asesinato del adolescente generó dolor en sus allegados y en la comunidad educativa del colegio Pacelli, el cual asistía. Algunos comentaron que sus compañeros se enteraron en la puerta del colegio al leer sus redes sociales. Los preceptores y los docentes los contuvieron dado que varios chicos tuvieron ataques de pánico. La institución de la calle Juan Cruz Varela suspendió las clases por dos días por duelo. La Diócesis de Quilmes, a cargo del Obispo Carlos José Tissera, emitió un comunicado en el que lamentó el crimen. "Deseamos estar cerca de la familia en este momento de desconsuelo, y acompañar a toda la comunidad educativa atravesada por esta noticia nefasta. Se invita a rezar por el descanso de este joven, por su familia y por sus compañeros y amigos. Y para que los mecanismos de la Justicia puedan velar por el bienestar de las personas”, expresaron.

Para la tarde de ese miércoles se convocaron dos protestas: La primera en la esquina de Mitre y Juan Cruz Varela, a una cuadra de la escuela, para las 18.30 horas. Ésta fue convocada por la comunidad educativa del Pacelli. Y para la hora y media después, en el predio conocido como 'El Tanque', en Ascasubi entre Melvin Jones y 69 bis, lugar donde Lucas fue apuñalado. La misma fue organizada por los vecinos del barrio Naval. En la primera protesta, que comenzó diez minutos antes de lo pautado, tuvo la adhesión de todo el vecindario, además de los comerciantes y todo el colegio Pacelli (docentes, preceptores, auxiliares, alumnos -entre ellos los compañeros del chico- y ex alumnos del mismo). Cientos de personas se agruparon en la esquina cortando el tránsito con banderas argentinas, fotos de la víctima y carteles exigiendo justicia y seguridad. Hubo cánticos contra la intendenta y el ministro de seguridad nacional Aníbal Fernández, oriundo de Quilmes.

Pasadas las 19.30, los vecinos comenzaron a desconcentrarse. De a poco, fueron dejando la esquina, y parte de la gente que se concentró se trasladó hasta el punto de encuentro de la segunda protesta, a unas 15 cuadras de allí. Unos 200 vecinos llegaron a unos metros de donde vivía Lucas. Ahí había ya unas 300 personas que comenzaron a gritar “seguridad”. Luego, encendieron más 30 velas en medio de la calle y pusieron delante una cartulina con la foto del chico asesinado. Pedía: “Justicia por Lucas”. De fondo y alrededor del altar improvisado, cantaban “se siente, se siente, Lucas está presente”. 

EL ULTIMO ADIOS

Para ese entonces, las 20 de este miércoles gris, los restos del adolescente eran despedidos por sus familiares en un velatorio íntimo en la cochería Rufino Pastor, en Yrigoyen y Castelli. La ceremonia fúnebre continuó en la mañana del jueves, hasta que el cortejo fúnebre con el cuerpo de Lucas partió de la cochería poco después de las 9 y fue sepultado a mediados de la mañana en el cementerio de Ezpeleta. Cerca de 30 personas rodearon el féretro, con un cortejo con una decena de autos. Allí pudo verse a a la madre de Lucas, Sabrina, acompañada por madres y padres de los compañeros de colegio de su hijo, el Instituto Pacelli de Quilmes. Dolidos, sus compañeros de clase no asistieron al entierro. 
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