CONFLICTO VECINAL EN EZPELETA ACABA A LOS TIROS: HAY UN POLICIA INVOLUCRADO

Un conflicto vecinal de larga data colapsó luego de que una familia disparara contra los vecinos que se juntaron a repudiarlos. Entre los pistoleros habría un efectivo policial metido. El sujeto terminó detenido. Esta historia tuvo lugar en las últimas horas del martes en Venezuela entre Condarco y Húsares, en el barrio La Esperanza de Ezpeleta Oeste. La familia en cuestión vive amedrentando y hostigando al vecindario.

La historia ya venía de varios meses atrás, cuando los miembros de ese clan molestaron a unos trabajadores que pavimentaban la calle, y en un momento dado viene uno a frenar la reyerta pero lo golpean. De ahi el conflicto recrudeció. Eran constantes las agresiones hacia sus vecinos. Entre varios 'matoneaban' a aquellos que los 'molestaban'. Denuncian que, generalmente, van entre 4 y 5 mujeres con cuchillo en mano y golpean y tiran piedrazos. Y hasta llegaron a disparar los frentes de algunas casas Además, uno de sus hijos es un joven oficial de policía de 22 años, que presta servicios en el Comando de Berazategui. Hicieron varias denuncias contra esa familia en la comisaría 9°.

Pero al caer la noche del martes empeoraron las cosas: Unos 50 vecinos fueron a reclamar que se vayan del barrio, pero los miembros del clan comenzaron a disparar al aire y contra la gente. Se dice que el efectivo, identificado como Agustín Servián, le habría prestado su arma reglamentaria a sus parientes para abrir fuego. Otros dicen que él mismo disparó. Por suerte nadie salió herido de bala. Aunque sí hubo destrozos, y piedrazos que impactaron en vidrios, autos y en personas. 

El gabinete criminológico al mando del comisario Gastón Cuneo, titular de la seccional de la calle Gutiérrez, allanó en urgencia el domicilio del oficial, con anuencia de la Justicia, y secuestró cuatro casquillos, la pistola 9 mm reglamentaria, una carabina calibre 22 y un revólver del mismo calibre, además del chaleco antibalas y la tonfa provistos por la Policía Bonaerense. Salvo el arma policial, las demás eran utilizadas por sus parientes para intimidar al vecindario.

Pero eso no calmó los ánimos. Una de las vecinas, que salió de testigo esa noche, a la mañana siguiente fue abordada por la patota y la amenazó con incendiarle su casa. Ella no se quedó de brazos cruzados y siguió denunciando. En la causa, caratulada como “abuso de arma” interviene la fiscal Mariana Curra Zamaniego, titular de la UFIJ N° 6 del Departamento Judicial Quilmes. La Justicia deberá determinar ahora si el imputado fue autor de los disparos. Esperan que la fiscal avance a pasos acelerados con esta causa