El primer caso fue este martes a la mañana en Ezpeleta Oeste, cuando un padre acompañaba a su hijo hacia el colegio. Para ser más precisos, fue en la esquina de Namuncurá y Casares, en el barrio El Dorado.
Todavía era de noche y algunas luces del alumbrado municipal permanecían encendidas cuando los dos delincuentes interceptaron a un padre y su hijo que caminaban hacia la escuela y les robaron todas sus pertenencias. Una cámara de seguridad registró el hecho y ahora la justicia busca a los dos prófugos.
De acuerdo a las imágenes que se viralizaron por redes sociales, se puede ver cómo las víctimas caminaban por Julio Casares rumbo a la intersección con Namuncurá. Al llegar a la esquina, el padre, que caminaba con sus manos en los bolsillos y mirando hacia el piso, se sobresaltó al notar que una moto con dos hombres a bordo se acercaba a toda velocidad.
En un primer momento, el hombre levantó sus dos manos y fue abordado por uno de los ladrones, que le palpó los bolsillos de su saco, pero no encontró nada de valor. Acto seguido, el acompañante del conductor de la moto abordó al menor y le hizo una fugaz requisa en el uniforme del colegio.
En el bolsillo trasero del pantalón halló un teléfono celular. Sin embargo, no contento con el botín, volvió sobre sus pasos y le exigió al niño que entregara la mochila en la que llevaba comida, carpetas y útiles para asistir a clases. Eso poco le importó al motochorro, que logró su cometido y desapareció de la escena junto a su cómplice.
Visiblemente aterrados por la situación que habían vivido, padre e hijo dieron media vuelta y regresaron a casa sin sus pertenencias. La UFI N°7 de Quilmes, a cargo de la fiscal Ximena Santoro, que se encontraba de turno al momento del robo, inició actuaciones de oficio para encontrar a los sospechosos.
No pasó un día, y hubo otro suceso similar, pero a 42 cuadras de distancia. Eran las 7.27 de la mañana, y dos jovencitas de entre 12 y 13 años se dirigían a su escuela. Pero al llegar al cruce de Lisandro de la Torre y San Juan, a una cuadra de República del Líbano, fueron interceptadas por dos motochorros.
A punta de pistola, le robaron el celular a una de ellas. Luego de que los asaltantes huyeran, fueron a pedir ayuda a un vecino de la zona, que las asistió y les ofreció para comunicarse con sus padres.
