Una muerte violenta tuvo lugar este lunes y el hallazgo de su cuerpo generó conmoción en un barrio de Ranelagh. Una mujer fue hallada sin vida y con un disparo a corta distancia en un callejón sin salida. Fuentes judiciales investigan si se trató de un ajuste de cuentas.
Ayer cerca de las 11, un obrero de la construcción encontró el cadáver de Norma Hardowin, de 45 años recién cumplidos en un predio que solía ser un basural y fue recuperado por vecinos en 137 y 42A, una calle sin salida y sin luz municipal, ubicado en el barrio La Prosperidad, a pocas cuadras de la avenida Milazzo.
Tras el alerta al 911, inmediatamente acudieron efectivos policiales tanto de la comisaría 2°, del Comando y de la DDI de Quilmes para preservar la escena y trabajaron incansablemente en el lugar para recopilar evidencia, labor que quedó en manos de Policía Científica y de la UFI N°2, a cargo del fiscal Christian Granados.
Diversos testimonios de vecinos indicaron que no escucharon tiros ni gritos, por eso los investigadores sospechan que el cuerpo fue descartado por alguien que conocía la zona. De inmediato, las autoridades constataron que el cuerpo de Hardowin, que vestía un jogging, una remera y una campera, no tenía identificación.
Mientras tanto, el forense que analizó el cuerpo concluyó que la víctima había recibido un disparo de arma de fuego en el tórax y que la data de muerte aproximada era de esa madrugada. “Fue un balazo de escopeta o pistolón realizado a corta distancia”, ampliaron los investigadores.
“Como los vecinos no escucharon nada, creemos que el lugar del hallazgo del cuerpo fue la escena secundaria del crimen. Pero también se sospecha que quien descartó el cadáver en esa zona conocía ese barrio y que la calle era sin salida y antes terminaba en un basural”, dijeron las fuentes.
Finalmente, se tuvo que recurrir a la identificación dactiloscópica para establecer su identidad. Así, a través de sus huellas digitales, se estableció su identidad. Y a su vez descubrieron que la ultimada tenía antecedentes por tenencia de drogas y encubrimiento. Sumado a que entre sus ropas tenía un paquetito de cocaína.
Los investigadores también están convencidos de que, por la mecánica del descarte del cuerpo, la hipótesis del crimen en ocasión de robo queda eliminada. Así, cobra mucha más fuerza el planteo de un ajuste de cuentas, dado los antecedentes de la víctima.
