A cuatro años de la muerte de Agustina Arévalo, causada por un derrame de mercurio ocurrido en la calle 131 y 14 frente al edificio municipal, que tenía “casualmente” sus cámaras sin funcionar, las autoridades no han investigado los motivos del derrame de este elemento altamente contaminante.
Una situación similar sucede con la fiscal a cargo de la causa, la dra. Silvia Borrone -titular de la UFI N°4 local-, que está catalogada como “averiguación de ilícito”. Ello a pesar de las pruebas aportadas por el abogado de los familiares y que refleja que no se ha realizado ninguna pericia.
En la mañana de este viernes los familiares de Agustina, acompañados de su abogado, el concejal Juan Cáceres, parte de la dirección del Partido Política Obrera y el Foro en Defensa del Río de la Plata, la Salud y el Medio Ambiente marcharon al municipio desde la vivienda de la familia Arévalo (a una cuadra del palacio municipal) a pedir explicaciones por la inoperancia demostrada, cuando hay pruebas que el mercurio derramado era transportado ilegalmente por un camión recolector de residuos domiciliarios. Allí fueron recibidos, en los pasillos del edificio municipal, por un empleado de la asesoría legal, el que no pudo dar ningún tipo de explicaciones.
Luego se marchó a la Fiscalía Descentralizada de Berazategui, en 14 y 139 donde los familiares fueron recibidos por la Fiscal Borrone, quien adujo que en el expediente no constan los hechos y menos aún las pruebas de esa acción criminal que se llevó la vida de Agustina y que produjo serias lesiones en otros dos niños, del total de 7 que estuvieron jugando con el mercurio que tenía forma de bolitas y que encontraron en la calle e incluso llevaron a sus hogares y a la escuela.
«Queremos justicia por Agustina, porque ella tenía toda una vida por delante y se la arrebataron así como si nada. Se burlan de nosotros, los jueces no hicieron nada y también se lavaron las manos como Mussi», aseguran. «Agustina merece justicia», repiten.
