Según cuenta Mario, el estaba durmiendo, y se despertó cuando su mujer dijo 'tranquilicense' cuando llegaron los malvivientes. Algunos actuaban a cara descubierta y otros andaban encapuchados. Luego se despertó al ver que lo estaban apuntando con un arma. Repetían como mantra "Queremos la plata". Fue torturado a mas no poder, le pegaron, lo patearon, le tiraron un colchón encima. Todo porque los malhechores lo confundieron con el dueño de una flota de taxis. "Se sabian mi nombre, nada mas que me hacían dudar diciendo que tenía una flota de autos. Yo trabajo de repositor en el chino de acá al lado. Decían que me iba a comprar una Amarok. Querían plata", comentó. Revolvieron toda la casa, tiraron placares abajo, y cada rato no pararon de golpearlo.
Le pegaron en el tabique, en el labio, en la nariz, en el brazo, y hasta le pincharon en la cintura, le pusieron la pistola en la boca y amenazaron a la mujer. Lo hicieron recorrer toda la casa buscando el dinero que no estaba. El llegó a decir que tenía solo $200 en el bolsillo.
Se llevaron tres televisores LCD, y otros elementos de electrónica, y hasta una plancha de pelo. "Se llevaron todo lo que encontraron, lo que les servía. Ellos decían 'todo es plata, todo es plata'", agrega Mario, quien además dijo que todo lo cargaron en su camioneta Ford EcoSport negra, que también fue robada. Inmediatamente llegó un móvil despues del hecho, y se llevó a Mario y a su mujer a la comisaría Primera a radicar la denuncia. La camioneta apareció al día siguiente, y fue restituida.
El movimiento de los delincuentes quedó registrado por las cámaras de seguridad de casas linderas.
