Noelia contó a nuestro equipo que que Kiara escapó el 31 de marzo de este año: "Ese día mi hermana le proporciona una paliza que todos los vecinos vieron". Esto fue en horas tempranas, ya que Anahí la despertó para mandarla a comprar comida para su familia y para los chanchos que criaban. No la dejó desayunar, y la adolescente tiró su taza de mate cocido. Por esto, su madre la insultó y ella se vino para la casa de su tía. Anahí la va a buscar y en el camino la molió a golpes. La violencia no habría sido infrecuente, la familiar comentó que varios vecinos se acercaron ofreciendo testimonio ya que muchos fueron testigo de los actos de la madre.
Cuando la menor llegó a sus puertas Noelia la llevó a la comisaría 5° de La Cañada, donde más tarde fue convocado el padrastro. La policía ofreció a la menor la opción de volver a su casa materna o quedarse con sus abuelos, que viven a cinco casas. Cuando la niña decidió dejar la casa de su padrastro, éste intentó convencerla de volver. Su tía narró que el chacal llamó a la menor y trató de disuadirla para que se escape por la noche de la casa de sus abuelos, y cuando ella se negó procedió a amenazarla: "Le dijo vos te vas a tener que embarazar para poder cobrar un sueldo porque a vos tus abuelos no te van a mantener". Una semana después de la fuga, también intentaría llevarse a la menor de las puertas de su colegio. En la escuela donde ella estudia se enteraron que Eduardo y Anahí ya no están más a cargo de la menor. El se acercó a querer retirarla, pero vino tarde. El portero se dio cuenta de su presencia y le echó.
En la seccional policial aconsejaron mandarla a Kiara a la Secretaría de la Niñez y Desarrollo Social municipal. Un mes después de la fuga, el 6 de mayo, su tía, su abuela y su padre biológico la llevan allí. Fue atendida por una psicóloga, y a la hora y media la convocan a Noelia y a Concepción. Fue en ese momento en que la chica confiesa haber sido violada por Romero desde los ocho hasta los doce años. Ellas no podían salir del asombro, a tal punto que su tía le cuestionó el no haberle dicho en su tiempo, por miedo a que ella tomara duras represalias. Automáticamente fueron a radicar la denuncia policial en la comisaría de la Mujer. Al día siguiente la llevan al cuerpo médico, que confirman las violaciones a través de estudios. Los mismos constatan que presentaba lesiones en la zona anal y vaginal.
Cuando volvieron de la comisaría, los siguió la bestia esta. Al llegar a su casa, él negaba lo sucedido, a pesar de tener todas las pruebas en mano. Su madre le reprochó por que no le dijo antes (sabiendo que ella también sufre de violencia machista por parte de él) y ella le respondió, a gritos, que le contó varias veces las cosas que él le hacía y ella no la creyó. Discutieron acaloradamente hasta que le dijo 'Olvidate de tus hermanos'. De ahí se cortó el diálogo entre madre e hija. Tras las denuncias y las acusaciones, a los pocos días el padrastro se mudó silenciosamente con su familia y no hay noticias de ellos.
Noelia compartió horrorosos detalles de la vida de su sobrina y de su familia. Obligada a encargarse de la crianza de sus hermanos y los quehaceres de la casa, a Kiara y a sus hermanos no la dejaban recibir su educación: "Le prohibieron ir a la escuela por dos años, la mandaban para que pueda rellenar el formulario de ANSES y así puedan cobrar la asignación, después de eso no la mandaban más".
Eduardo y Anahí están juntos desde hace 14 años y desde ese tiempo vive un infierno escabroso, donde padece todo tipo de violencia de género por parte de Romero. La golpea, la maltrata, se queda con la plata de los planes sociales que ella cobra, y en el primer año de esta tóxica relación le hizo perder violentamente tres embarazos. Vivía amenazando a la chica y a su madre a punta de pistola con matarla, confesándole con total liviandad que 'puede conseguir otra mujer'. Este hombre es adicto a las drogas y estuvo preso años atrás. Fue capaz hasta de inculcar su pensamiento ultramachista a sus hijos, enseñándoles a usar la escopeta y decirles que cuando sean grandes, les tienen que golpear a las mujeres. Aún así Anahí defiende al monstruo que tiene de pareja, obviamente por temor a perder su vida y la de sus hijos.
A pesar de todo esto, hoy Kiara vive muchísimo mejor que cuando vivía con este par de bestias: aumentó de peso, come regularmente, va a la escuela, y recibió ayuda municipal luego de huir de ese infierno que su madre y sus hermanos aún continúan. La causa por la violación quedó en manos del fiscal Alejandro Ruggeri, y de él depende que este monstruo, este sinvergüenza vuelva a su lugar: la cárcel. Esperemos que use la cabeza.
