Los delincuentes llevaban los rostros cubiertos, utilizaban guantes para no dejar huellas dactilares y en todo momento pidieron las llaves de una caja fuerte que los propietarios mudaron tras un robo que sufrieron en 2024.
El violento ataque ocurrió cuando el propietario de la firma Javier Battista, acompañado por su padre Hugo y su hermana Cecilia -que también trabaja en el lugar-, se preparaban para ir a almorzar como realizan todos los viernes.
Javier fue sorprendido cuando hablaba por teléfono en el acceso al depósito, donde lo encañonaron y obligaron a que se arroje al piso.
"Llamen a la policía", gritó Cecilia a las empleadas. Pero no tuvieron tiempo, los ladrones que empuñaban armas de fuego forzaron la puerta y le exigieron a las tres mujeres a que se tiren al suelo.
No les importó que ella estaba embarazada. El dueño y el padre también fueron arrastrados y reducidos en la dependencia.
"Dame las llaves de la caja fuerte", le exigieron en varias ocasiones al propietario que tenían identificado previamente.
Luego de tres minutos de furia, los delincuentes abandonaron el comercio con dos CPU y una Laptop, teléfonos celulares y la mochila donde el dueño de Batistta guardaba el dinero con el sueldo semanal de los empleados.
Los damnificados informaron que no hubo que lamentar heridos entre los presentes. Los delincuentes permanecen prófugos y no habrían sido identificados.
