Cabe recordar que tenía más del 40% del cuerpo con quemaduras externas e internas por el voltaje que recibió en su cuerpo cuando había entrado con fines de robo a la subestación “Monte Chingolo”, ubicada en calle Tomas Flores (ex Pasco) y calle 885 de San Francisco Solano el 22 de diciembre pasado.
En aquella jornada calurosa tres muchachos habían saltado el cerco perimetral, que tiene 3,8 metros de altura, ingresando por los techos, donde habrían intentado sustraer unas planchuelas de cobre que tenían 13 mil voltios.
Tras ocurrir la descarga eléctrica, dos de los ladrones –ilesos- pudieron escapar, mientras que el electrocutado quedó tendido en el piso, siendo asistido por los vecinos y de inmediato derivado por una ambulancia del SAME Quilmes al Hospital local. Con las semanas su cuadro se fue agravando por lesiones internas que derivaron en problemas neurológicos, cardíacos, entre otros que provocaron fallas en el organismo que desencadenaron en el deceso del joven de 20 años.
Aunque tardó una quincena, este tontón finalmente vio la luz.
