Esto tuvo lugar a las 10 de la mañana en la esquina de la avenida Mosconi y Sosa del Valle, donde el 9 de marzo del 2016 Torres Riedel volvía de trabajar a bordo de su motocicleta con casco y todo, y al llegar a esa ochava fue embestido por un automóvil que era (mal) piloteado por Luz Elisabet González. Esto hizo que Martín cayera violentamente al asfalto y tuviera que ser hospitalizado. Permaneció internado en gravísimo estado durante 17 días hasta que el día 26 del corriente no resistió y dejó de existir. Se supo que González no tenía registro de conducir y no sabía manejar: En vez de frenar al llegar a la esquina, aceleró y provocó este desastre que enlutó a la familia Torres Riedel.
Sin embargo, su madre Silvia, en el medio del dolor, juntó fuerzas y comenzó a dedicar su vida a la defensa de la seguridad vial y de las normas de tránsito. El 7 de septiembre de ese año, día en que Martín cumpliría años, ella fundó la ONG 'Biblioteca Popular Martín Torres Riedel', que funciona en la Sociedad de Fomento Ramón Elizondo (Calle 390 N° 3140). La misma se dedica a concientizar a los jóvenes sobre las normas de seguridad vial, la importancia del uso del casco para los moto-conductores y el uso de cinturón de seguridad entre otras cosas.
Además, este hecho fue la punta de lanza para que se empezaran a colocar y pintar estrellas amarillas en la región. La Biblioteca encabezó, en estos cinco años y medio de vida, diversos homenajes a varias víctimas fatales de accidentes de tránsito, en donde se pintaron más de 13 estrellas en los lugares donde tuvieron lugar estas tragedias. Estos hechos tuvieron el apoyo de diversas ONG's como Madres del Dolor, que encabeza Viviam Perrone, entre otras.
Volviendo al caso Martín, la causa de este siniestro quedó en manos de la UFI N°22 de Quilmes, a cargo de la fiscal Bárbara Velazco, y el juicio se desarrolló de manera abreviada en noviembre del 2019. El Juzgado Correccional N°5 de Quilmes condenó a esta asesina al volante a la pena de tres años de prisión (excarcelable) y se la inhabilitó para conducir por siete años. La familia fue comunicada de la sentencia por carta. Al saber del fallo, con sabor a poco, Silvia expresó que leer esa carta fue tan doloroso como su muerte. "Cuando lo comunicamos a nuestros familiares y amigos, nos dieron sus condolencias por el fallo. Con esto lo mataron dos veces, estamos totalmente desamparados, nos destruyeron nuevamente", lamentó la progenitora de Martín, que además calificó de inhumana la forma en que la anoticiaron de la condena.
Desde la fiscalía recolectaron pruebas suficientes para encarcelar a González, pero fue insuficiente para que la justicia actúe de esa manera. "Tenía la esperanza de que el fallo por la muerte de mi hijo siente jurisprudencia en Quilmes, para tantas otras familias de víctimas de tránsito que esperan Justicia. Los jueces no ayudan, se tendría que modificar el modo de juzgar este tipo de casos. No me voy a quedar de brazos cruzados, vamos a apelar esta condena", enfatizó Silvia. Comenzaron a agotar todas las instancias para apelar esta polémica resolución judicial, pero se vieron interrumpidas por culpa del inicio de la pandemia. Tras la vuelta de la normalidad, hasta hoy continúan de hacer todo lo posible para endurecer esta pena.
De esta manera, además de la labor que realiza su madre para evitar que haya otros hechos trágicos viales como el de su hijo, se está haciendo lo imposible para que la verduga que lo mató pague la pena que tiene que corresponder, y así Martín Torres Riedel pueda descansar en paz.
