Todo comenzó cuando la joven, identificada como M. R., contó a comienzos de semana en un pijama party con sus amigas la última vez que este individuo, identificado como Thiago Cámara (20), la sometió hace dos años atrás.
Ambos estaban en un dormitorio de la casa de su abuela paterna, sobre la calle 27, dado que la madre del acusado vive allí. Siempre según el relato de la chica, en un momento él la invita a acostarse con él, y luego le muestra sus partes íntimas y la violó. En ese momento el abusador tenía 18 años y ella 10.
Tras sus palabras, una de ellas le contaron a una madre para que luego terminara en los oídos de Jaqueline, su madre. Fue allí en que radicaron la denuncia en la comisaría de la mujer de Berazategui y fue evaluada por el cuerpo médico, que constataron los signos de abuso sexual. Además descubrieron que no fue esa única vez, ya que la menor refirió que Cámara la habría sometido desde que ella tenía 6 años.
De ese entonces denunciaron la falta de compañía y de apoyo de su familia paterna y una posible complicidad con el victimario, aún cuando fueron a hacer la revisación médica legal. Sólo salió a hablar la abuela, que desconocía del asunto.
Apenas comenzó a circular la foto de Cámara en las redes sociales y la denuncia por abuso, cerró sus redes sociales y desapareció. Algunas de sus ex compañeras de colegio le escribieron a la madre de la víctima que ella no era la única que sufrió acosos por parte de él: A algunas les habría manoseado sus partes íntimas, hecho que provocó su suspensión por dos semanas.
Volviendo al caso de su prima, hasta hoy ella padece ansiedad y depresión luego de confesar el calvario que vivió durante buena parte de la segunda mitad de su década de vida. Interviene la fiscalía especializada en abuso infantil y violencia familiar de Quilmes, a cargo del fiscal Alejandro Ruggeri.